La presencia mercedaria en nuestra tierra se remonta al viaje de Diego de Almagro y posteriormente con Pedro de Valdivia, es así como nuestra presencia en diferentes lugares y ciudades se fue expandiendo y acrecentando dejando una huella profunda de fuerte arraigo espiritual que marcó cada una de la zonas.
Una de esas “huellas de presencia mercedaria” tiene que ver con la advocación de la Virgen de la Merced, la que uno puede encontrar en pequeñas capillas, parroquias y grandes santuarios en los que en hoy en día no hay presencia de religiosos mercedarios pero en los que ha quedado el bello regalo de la devoción a Nuestra Madre de la Merced.
La devoción a la Virgen de la Merced se ha manifestado en base a la cultura local, con cantos, procesiones, décimas y especiales momentos de adoración.
Uno de estas tradicionales y arraigadas devociones a nuestra Madre de la Merced se da en el valle de Petorca con la “Alojada de la Virgen Visitadora”. Esta práctica de la Virgen visitadora nace en España, durante el siglo XIII, de la mano de la Orden de la Merced fundada por Pedro Nolasco, cuya misión era, y sigue siendo, la redención de los cautivos. En esas visitas para redimir cautivos, se acompañaban de la imagen de la Virgen María como símbolo protector, así podían depositar su confianza en la figura de la Madre.
A Chile llega la imagen de la Virgen y esta practica con los primeros mercedarios y al Valle de Petorca los antecedentes lo llevan al año 1711 en que se construye el convento de San Felipe de la Orden de la Merced, “marcando una fuerte presencia en la provincia, la que se expresa, entre otras obras, en la construcción de la capilla de La Merced (ahora Sagrado Corazón de Jesús) en 1923 de Chincolco, lo que demuestra una influencia y sentido de pertenencia por más de 100 años”.
La Agrupación Unión Comunal de Cultura de Petorca, organización liderada por vecinos y vecinas de Petorca, comprometidos desde el año 2003 en fomentar la participación , la creación y la salvaguardia del patrimonio local, presentaron un proyecto FONDART para rescatar y registrar esta devoción y practica de la Virgen Visitadora, entrevistando en parte de este documental a Fray Anselmo Espinoza, religioso mercedario oriundo de Chincolco y quien aportó importante información respecto a esta tradición.